martes, 22 de noviembre de 2016

¡Ay cadenas de amar!, ¡cuán malas sois de quebrar!

Hoy ya es sábado, el mejor día de la semana; desperté de un sueño ligero y me dispuse a iniciar la jornada limpiando el jardín del convento. A las siete en punto ya estaba llamando a la puerta de la sacristía a la espera de que el padre Francisco me abriera.
Me sorprendió comprobar que al otro lado del jardín había un muchacho pintando el muro del convento, no le di mayor importancia.
Comencé podando los rosales y barriendo las hojas, pues era otoño, y poco a poco me fui acercando hasta el muro, cuando choqué con el muchacho tirando sin querer el bote de pintura que tenía encima de la escalera, cayendo sobre su cabeza. Cuando fui a ayudarle me di cuenta de que era una chica y nada mas verla me enamoré. Ella salió corriendo y no volví a verla durante todo el día.
El lunes siguiente estaba deseando llegar al convento a trabajar y ver a la muchacha; allí estaba ella pintando el muro, me acerqué pero esta vez no huyó, me sonrió y empezamos a hablar; me contó que era la sobrina del Padre Francisco, y la estaban buscando unos ladrones que asaltaron su casa y mataron a sus padres, por ese motivo su tío la tenía escondida en el convento haciéndose pasar por chico.
Su nombre era Lucia, Se hicieron muy buenos amigos.
Un día llegaron al convento unos hombres a caballo, el Padre Francisco los vio llegar y se lo dijo a Lucia, que los reconoció nada mas verlos al verlos.
Me escondí con ella debajo de la cama, y pudimos escuchar como los hombres le decían a su tío que si la encontraban la matarían.
Lucia decidió huir al día siguiente fuera de esas tierras y yo no sabia que hacer, quería irme con ella pero no quería abandonar a mi familia.
Tome la decisión más importante de mi vida: irme con ella.
MIS PRIMERAS PALABRAS                                         

Empece a hablar desde muy pequeñito, mis padres dicen que ya de bebé no paraba de hablar, en mi lenguaje particular conseguía que me entendieran y si no terminaba chillando.
Aparte de papa y mama, la primera palabra que dije fue "ike", para llamar a mi hermano enrique; "ela", para llamar a la abuela; "aba", para pedir agua, y las mas importante "tete", chupete, que era imprescindible para mi, no podía vivir sin el.
Aprendí a escribir en el cole, en tercero de infantil, con cinco años, y me gustaba tanto que, igual que hablar, me pasaba el día garabateando letras y palabras.

LAS LETRAS DE MI INFANCIA 

Mi madre me ponía un CD de nanas que me gustaba mucho y me ayudaba a dormir porque me tranquilizaba.
Recuerdo mucho cuando íbamos en el coche escuchando la "tabla de multiplicar", que cantaba Miliki con niños, eran canciones muy divertidas y con ellas aprendimos a multiplicar, primero mi hermano y luego yo.
Mi madre me leía cuentos todas las noches y un poco mas mayor me encantaban  los libros que tenían desplegables y eran en relieve, todavía conservo todos esos libros.
También me gustaba mucho un libro mágico de mi padre, que tenia miles de historias, cada vez que me lo leía era una historia distinta y a mi me parecía realmente mágico porque estaba cerrado con llave.
En mi casa a todos nos gusta mucho el cine, y las primeras pelis que vi fueron las de Disney, que las vi todas porque la tenemos todas; recuerdo que también me gustaba mucho la peli de los "fruitis", que eran frutas que vivían aventuras.
También desde muy pequeño empece a ver "Harry Potter", "Star Wars", "El Señor de los Anillos" etc...
De la tele lo que mas me gustaba era los dibujos "Phineas y Pher" y los Simpson, que son como de la familia.

LAS PALABRAS DE MI GENERACIÓN

Las palabras de mi generación están basadas principalmente en la tecnología: facebook, internet, wifi, app, whatsapp, blog etc..., la mayoría palabras inglesas de uso cotidiano.
Leo los libros que me mandan en el insti y solo escribo al hacer deberes, "tuto", para referirnos al instituto.